Hoy en día cada vez es más difícil conseguir aquellas prendas o complementos que más nos gustan por su elevado precio y por la crisis en la que nos encontramos. Por ello, vemos muy a menudo imitaciones de grandes marcas que apenas difieren al modelo real, llegando incluso a ser idénticas.
Seguramente la calidad no sea la misma, ya que el precio no lo es, pero la apariencia, que es lo que se ve sí y eso es lo que en un principio importa.
A nuestra izquierda podemos ver un ejemplo en ambas fotografías.
La chica de la izquierda viste un vestido de Zara que es imitación del vestido de Balmain que viste la chica de la derecha.
¿Dónde está la diferencia aparentemente? Ambos son casi idénticos. La única diferencia es el precio.
Y es que, a todas nos gusta lucir un gran bolso o un determinado vestido alguna vez. Lo único que debemos hacer es tener cuidado dónde lo compramos, no por el hecho de que nos estafen, sino por no "estafar" a los niños que hacen esas prendas.
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