lunes

Dejamos el frío y pasamos al calor

Estamos terminando febrero y, con ello, empezamos a ver las prendas de la nueva temporada primavera-verano. Apenas queda una semana de rebajas y las tiendas están plagadas de ropa de la nueva temporada. Se nos hace raro ir con bufanda y guantes y ver en todas las tiendas vestidos playeros y shorts. Pues bien, nos queremos adelantar y daros algunos consejillos en cuanto a la ropa de piscina, porque como todos sabemos, no todos los bikinis y bañadores sientan de la misma manera.

Y es que a la hora de escoger un traje de baño debemos tener en cuenta nuestro cuerpo. Si…

tenemos poco pecho, el bandeau (una simple banda) es la mejor elección junto con los triángulos mínimos y los escotes corazón en los bañadores. Todos añaden centímetros.
En su origen, el sujetador bandeau no era nada sexy: su misión se reducía a esconder el pecho. Las pin-up de los 50 lo relanzaron como bikini, y Balenciaga, en el 2009, como pieza imprescindible de lencería.
tenemos mucho pecho, la mejor opción será el triángulo y las tiras. Es lo mejor para cubrir, insinuando a la vez. Los bikinis de aro también realzan y reafirman.
tenemos “tripita” optaremos por braguitas de cintura baja que no nos aprieten para no marcar chicha. Si quieres ajustar sin ceñir ponte modelos con lazos para que el cierre se adapte a tus medidas.
apenas tenemos tripa, ¡apúntate a la moda retro! El culotte te favorecerá si tienes cero tripa y piernas largas y delgadas. Apuesta por bikinis menos convencionales, con flecos y volantes.
tenemos poco culo nuestro objetivo será marcar curvas sexys. Decídete por bragas de tiras anchas o incluso minishorts.
tenemos mucho culo. En primer lugar, busca tu talla adecuada, nunca más pequeña para que no te marque demasiado. Y las braguitas, que sean estrechas y elevadas de pernera: alargan ópticamente la pierna.
Nuestra apuesta es un bikini con dibujos en zigzag al estilo Missoni y braga con lacitos. La mejor adquisición si tienes culo y pecho.


Y es que, podemos optar tanto por un bikini como por un bañador, lo único que necesitamos es buscar aquél que más nos favorezca.

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