El embarazo es una etapa muy bonita a pesar de que la mujer sufre importantes cambios físicos.
La ropa de las futuras mamás debe cumplir fundamentalmente con el principio de la comodidad. En general se recomiendan las prendas holgadas, frescas y de telas naturales que no causen alergias y que permitan que la piel respire bastante, ya que la gravidez hace que el cuerpo pierda oxígeno para dárselo al bebé.
La ropa interior es fundamental, pues no debes usar nada que presione y dificulte la circulación. Existen en el mercado pantys que han sido diseñados especialmente para mujeres embarazadas, ya que ayudan a sostener el peso de tu vientre. El brassiere o sostén también es una pieza fundamental y, por eso, debe ser el más adecuado y en estos casos el ideal es uno que no presione los pezones, pero que sí sostenga los pechos.
Como la ropa ajustada no se recomienda, los camisones y blusas sueltas son una gran idea ya que las puedes usar durante todo el embarazo y también después. Lo mejor de este tipo de prendas es que te permiten una gran movilidad.
De igual manera, una prenda básica para cualquier embarazada es el mono (pantalón con peto), ya que tiene la capacidad de ceder un poco en tamaño y así se puede usar durante varios meses.
Y aunque resulte extraño, estar embarazada no significa no poder usar pantalones. Hoy en día, se hacen pantalones con elásticos en la cintura que se expanden según la necesidad y entonces pueden ser útiles casi durante todo el embarazo.
En cuanto a tonalidades no hay nada escrito. Por ello, nuestro consejo es que uséis aquellos colores que más os gusten y con los que mejor os sintáis. Aún así, si es cierto que los colores oscuros favorecen más porque tienen la ventaja de hacerte lucir más estilizada.
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